jueves, 3 de noviembre de 2016


PARECE QUE NO, PERO ESTÁN

Rubén Alejandrez, Mario Asensio, Martín Oñate y Ana Vicente.

Estudiantes de Cultura Científica, La Salle Montemolín.

Placas Petri, microorganismos, cultivo, aire, huellas dactilares, objeto.


Tras la duda de si existen sustancias microscópicas que no podemos observar, realizamos un estudio con experimento incluido. Así descubrimos que estamos rodeados de miles de millones de microorganismos, ya que todo a nuestro alrededor posee estos pequeños seres, que con solo según que herramientas podemos observar.
Comenzamos a indagar sobre este tema tras preguntarnos si podían existir en nuestro ambiente organismos que no se pueden apreciar a simple vista.
Investigamos sucesos que ocurren a nuestro alrededor, consultando en páginas web. Nos informamos, y leemos que se han realizado estudios que dicen que el ser humanos solo es capaz de ver un 1% de todos los organismos que habitan en la tierra. Estos son los principales causantes de enfermedades en el ser humanos. A raíz de esto nos planteamos demostrar la existencia de microorganismos que habitan en nuestro ambiente mediante el análisis de bacterias. Para poder observarlos encontramos una herramienta muy fácil de utilizar que son las placas Petri. Estas placas poseen un sistema de cultivo (el cual se ve a simple vista, pues resalta por su color amarillo) que favorece el crecimiento de estos cuerpos para que se puedan observar mejor.
Tras haber recogido toda la información previa deducimos que en cualquier objeto que utilicemos, ya sea una mesa, un cubierto o una huella dactilar tiene miles de microorganismos. Gracias a esto podemos realizar un experimento con las placas y así observar los resultados y analizar estos seres.

LA METODOLOGÍA ES MUY SENCILLA:
-          Observamos objetos y sustancias con las que solemos convivir en el día a día, y analizamos cuales producirían un mayor número de microorganismos.
-          Planteamos preguntas que nos puedan surgir sobre los seres que vamos a encontrarnos.
-          Formulamos una hipótesis sobre lo que podemos encontrarnos.
-          Experimentamos. Cogemos una placa Petri, con mucho cuidado de no contaminarla, para no modificar los futuros resultados. Después elegimos un objeto y lo frotamos en el medio de cultivo, por ejemplo con un bastoncillo. Primero se frota con el objeto y posteriormente, volvemos a frotar el bastoncillo en las placas Petri (en la zona de cultivo). Cerramos bien la tapa y la cerramos herméticamente. Cogemos otra placa. Esta vez la abrimos y alejándola de nosotros, para no contaminarla con nuestra respiración dejamos que el aire del ambiente fluya. Volvemos a taparla, y finalmente cogemos la última placa. En esta última placa vamos a plasmar nuestras huellas dactilares para observar los organismos de nuestras manos (los cuales son los principales productores de nuestras enfermedades y virus). Abrimos un poco la placa y frotamos el dedo en la zona de cultivo, después la cerramos.
-          Se espera una semana para que se vea el efecto que causan los microorganismos en el medio de cultivo y al cabo de este tiempo volvemos a observar detenidamente las placas Petri.
-          A simple vista, vemos que han salido numerosos puntos de colores diferentes y diversas formas.
-          Analizamos los resultados y elaboramos este informe.




ANÁLISIS DE RESULTADOS
 
          

    En la primera placa se observa el resultado que tuvimos con el aire. No apareció ningún tipo de microorganismo, aunque en el aire hay muchos de ellos.




      Corresponde al objeto que elegimos, una escalera de obra. Como era de suponer, la escalera tenía los microorganismos de duelas de zapatos y de distintos materiales que se utilizan en la construcción. Aparecieron unos círculos medianamente grandes de color negro grisáceo y en algunos había una pequeña circunferencia más oscura en el centro.




      Es la placa que más éxito tuvo y, en la que ya suponíamos que iban a aparecer numerosos microorganismos. Los había de color naranja amarillo y, sobre todo, blancos. Eran pequeños y redondeados. Se corresponden a todos los microorganismos que habitan en nuestras manos, es decir: todos los lugares por los que pasamos esta parte de nuestro cuerpo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario