INTRODUCCIÓN
El médico y biólogo
británico Edward Jenner nació en Berkeley, el 17 de mayo de 1749.
Con 21 años inició sus
estudios en el Hospital San Jorge de Londres con el famoso cirujano y
anatomista John Hunter.
Jenner ejerció la medicina en su
pueblo natal. Prestaba una especial atención a sus pacientes, lo que le granjeó
el aprecio de sus vecinos. Se casó con Catalina Kingscoke, eficaz colaboradora
de su marido, y con quien tuvo tres hijos.
OBJETIVOS
En aquella época, la viruela
era una plaga infecciosa muy temida, que azotaba fundamentalmente a Europa y
América, y para la que no había tratamiento ni forma de prevenirla.
Estaba causada por el Variola virus, aunque en aquella época no se sabía.
El nombre de viruela
proviene del latín "varius" (de variado), y se refiere a los
abultamientos que aparecen en la cara y en el cuerpo de una persona infectada. La
infección provocaba gran mortandad y los supervivientes quedaban marcados
de por vida.
Jenner observó que las vacas
padecían una enfermedad llamada Vaccina o viruela de las vacas,
que produce erupciones en las ubres semejantes a las que produce la viruela
humana.
En ocasiones contagiaban
la enfermedad a las lecheras, en las que aparecían pústulas en las manos.
Por fortuna, era una dolencia de carácter benigno y los afectados no tardaban
en recuperarse con muy pocas secuelas.
Pero lo que verdaderamente
llamó la atención de Jenner fue que estas personas se volvían inmunes contra
la viruela humana.
EXPERIMENTACIÓN
Jenner decidió probar ese conocimiento empírico y tuvo la idea de inocular
a una persona sana con la viruela de las vacas para conferirle inmunidad
frente a la terrible enfermedad.
El 14 de mayo de 1796
extrajo pus de una pústula de la mano de Sarah Nelmes, una ordeñadora que había
contraído la viruela de su vaca lechera, y lo inoculó a un saludable niño de 8
años llamado James Phipps.
El pequeño desarrolló una
leve enfermedad entre el 7º y el 9º día. Se formó una vesícula en los
puntos de inoculación, que desapareció sin la menor complicación. El 1 de
julio, inoculó al niño con la temida viruela, pero no enfermó.
RESULTADOS
Jenner envió un informe a la
Royal Society de Londres, que lo rechazó. En 1798 publicó a sus expensas
el libro “Investigación acerca de las
causas y efectos de la viruela vacuna” y comenzó una campaña en pro de su
“vacuna”, que fue muy discutida ya que fue la primera vacuna de la historia.
Los científicos de la época,
e incluso la Asociación Médica de Londres, se opusieron al tratamiento de
Jenner y, en muchas ocasiones, realizaron críticas violentas e injuriosas.
Incluso desde los púlpitos se predicaba que la vacuna era una acción
anticristiana.
Finalmente, su vacunación
acabó imponiéndose, aunque hoy en día sus métodos de experimentación serían
inaceptables por contravenir los principios de la ética médica.
A menudo se le llama "el padre
de la inmunología" y se dice que su trabajo "ha salvado más vidas que
el trabajo de cualquier otro hombre"
CONCLUSIONES
De estos experimentos surgió
la primera vacuna, que la definimos como un preparado de antígenos (partes de
un patógeno o una versión débil o muerta del mismo) ante cuya presencia el
organismo monta una respuesta inmunitaria que le prepara para rechazar en el
futuro al verdadero patógeno. Su nombre proviene de una palabra latina que
significa “vacuno”, debido a que su nacimiento está relacionado con con los
experimentos de Jenner con este animal.